La importancia de la buena nutrición desde la niñez hasta la vida adulta

El próximo 28 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Nutrición, una fecha para resaltar la necesidad e importancia que tiene la nutrición tanto en el desarrollo de las personas desde la niñez, hasta en la prevención de la mortalidad cuando son adultas.

La nutrición es entendida como el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el mantenimiento de sus funciones vitales.

En ese sentido, las principales problemáticas relacionadas con la nutrición se presentan cuando hay un déficit en la ingesta de nutrientes y calorías en el organismo, a lo cual se le denomina desnutrición; o, por el contrario, cuando se ingiere alimentos y calorías en exceso, lo que conlleva al sobrepeso u obesidad.

En cuanto a la desnutrición, la población en mayor riesgo de padecerla son los niños y niñas menores de 5 años. Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que actualmente hay en el mundo más de 2,3 millones de niños y niñas con desnutrición aguda.

En Colombia, por su parte, se estima que que la cifra llega a más de 560.000 niños menores de 5 años que sufren de desnutrición crónica y 15.600 que padecen de desnutrición aguda severa.

Al respecto, el doctor Rubén Darío Franco, Pediatra y Expresidente de la Academia Colombiana de Pediatría y Puericultura, afirma que “en el país los índices de desnutrición infantil se han reducido en los últimos 20 años; sin embargo, en el último quinquenio han aumentado levemente, situando a Colombia como uno de los países con mayores índices de desnutrición aguda en Latinoamérica, aunque muy por debajo de naciones en otros continentes. De seguro, la pandemia traerá consigo que las cifras aumenten en todo el mundo a la vez que se incrementa también la pobreza”.

Según explica el especialista, los primeros años de vida de una persona son fundamentales para que, a través de una correcta nutrición, el cuerpo pueda desarrollar los procesos neurológicos y físicos normales; si esto no es así, los daños causados pueden ser irreversibles.

“Una de las principales causas de desnutrición es, por supuesto, la pobreza extrema. Porque esto impide que las familias tengan acceso a alimentos básicos, o que por las circunstancias la madre deba trabajar y no pueda amamantar en el tiempo adecuado al niño; o ella esté mal nutrida también”, afirma el doctor Franco.

Quien también señala que otras causas de la desnutrición pueden obedecer a enfermedades renales, gastrointestinales o metabólicas en las personas.

 

Sobrepeso y obesidad

Cuando el problema no es la falta de nutrientes, sino el exceso de ellos y de calorías, se habla de sobrepeso y obesidad. Aunque existen casos en niños y niñas es, por supuesto, más común en la etapa adulta debido a los malos hábitos alimenticios.

“El riesgo de la obesidad puede ser mortal, ya que con el sobrepeso se relacionan otras enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, o enfermedades coronarias o cerebro vasculares”, señala el doctor Franco.

De ahí que en la vida adulta sea necesario desarrollar hábitos de alimentación saludables que, en conjunto con el ejercicio y el adecuado descanso, puedan mitigar los problemas de malnutrición en exceso.

Pero, ¿cómo saber si debo poner atención a la forma en que me nutro? Según lo explica María Fernanda Domínguez, Health Coach, “es importante reconocer los signos vitales, de estado de ánimo y físicos. Si paso todo el día cansado, agotado, aburrido, o con dolor abdominal, inflamación, estreñimiento, entre otros; son señales de que es tiempo de ponerle atención a la forma en que me estoy alimentando”.

 

¿Qué hacer desde la prevención?

Para la desnutrición, sobre todo en niños menores de 5 años, el doctor Rubén Darío Franco plantea los siguientes aspectos para mitigar su impacto:

  1. Tener acceso a fuentes nutricionales óptimas y adecuadas acorde con la edad de cada población para que suministre las necesidades básicas en la alimentación y así mantener su estado nutricional.
  2. Amamantar al niño o la niña con rigurosidad mínimo en los primeros 6 meses de vida, y más si se puede. De no ser posible complementar con leche de fórmula.
  3. Disminuir la pobreza como responsabilidad de los Estados.
  4. Incrementar el acceso a la población a las redes económicas.
  5. Que se disminuyan el número de mujeres laborando en los primeros años de vida del niño o la niña para que puedan darles lecha materna.
  6. Que la población tenga un mayor acceso a la salud.

En cuanto a los aspectos relacionados con el sobrepeso y la obesidad, la Health Coach María Fernanda Domínguez recomienda seguir esquemas nutricionales acordes a las necesidades y capacidades de cada cuerpo y no caer en los errores comunes como hacer dietas solo porque están de moda, comer solo una proteína todos los días, o alimentarse con batidos únicamente; mitos que, al contrario de ofrecerle una buena nutrición a la persona, puede ocasionarle mayores problemas de salud.